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LA LAGUNA

Y SU REFLEJO

La laguna constituye un espacio simbólico, de reflejos, tanto reales como fictícios, de brillos. A veces en las lagunas viven las abuelas, que nos recomiendan huir de los espejismos y buscar enclaves materiales sólidos. Pero remar hacia otro lado no siempre es la solución cuando nos atrae el reflejo y la corriente nos impulsa a asumir que las barcas se pueden hundir.

La laguna recrea un escenario que se sabe efímero pero que se interpreta con afán de perdurar. Va acompañada de encantos y sofisticación, e igualmente de cinismos y traiciones. Nada más humano que entregarse a vivir y nada más sabio que aprender a rescatar la belleza de lo vivido.

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